Las siete puñalás traperas de la banca

‘En el siglo de oro español era común tomar un puñal o daga con la mano derecha y enrollarte tu capa (o trapo) en el brazo izquierdo para que fuera una especie de escudo.

Podría suceder que algunos (antes de declarar el comienzo de la lucha) tuvieran el cuchillo escondido de la misma manera, y sacaran ventaja de la primera puñalada artera, escondida, y que fuera, justamente, «trapera», escondida con el trapo.

Este tipo de pelea era común entre aquellos del pueblo que no eran nobles (que utilizaban la espada ropera (supongo que el nombre no es coincidencia) ), y por eso se extendió el concepto indicando un golpe a traición’

Ahora nos pasan mucha carnaza de políticos condenados, encausados, denunciados y tal y tal. Para mí no es noticia ya este tema, la noticia que espero es ver procesar a los banqueros, a quienes entregamos nuestros ahorros para que los custodien y nos produzcan beneficios pero nos cobran por la custodia y lo único que nos generan son pérdidas, mientras sus balances de resultados y sus emolumentos personales engordan por minuto.

Estas son sus traicioneras y ventajistas actuaciones encadenadas

1. Conceder créditos hipotecarios a mansalva, porque los créditos hipotecarios son los de mayor garantía.
2. Obtener dinero y más crédito negociando esas hipotecas.
3. Declararse al borde de la bancarrota de resultas de las actuaciones anteriores, para obtener ayudas supermillonarias del Estado y de los bancos centrales y quedarse a la vez con las viviendas hipotecadas.
4. Engañar a sus clientes más fieles ofreciendo ‘acciones preferentes’, que en realidad encubren un depósito que le retienen al cliente de por vida.
5. Ofrecer a esos mismos clientes, como solución a lo anterior, el cambio de esas acciones por otras de la bolsa actual, que huelen a basura desde Marte.
6. Obtener dinero a interés cercano al cero del Estado, para comprar deuda del Estado a intereses cercanos al diez, y convertirse así en acreedores y dueños del Estado, de la misma manera que de las viviendas hipotecadas.
7. Tener todos los capitales resultantes de estos trapicheos en paraísos fiscales que luego invierten como capital riesgo en donde les apetece, incluso para descapitalizar a los estados.

Si la puñalada trapera acarreaba la horca y el escarnio público estas prácticas criminales, en cambio, producen beneplácitos por doquier desde los mismos accionistas, hasta de los fiscales, pasando por toda clase de asociaciones, sindicatos, partidos e iglesias.

Pero causan la miseria, y la muerte, de muchas personas, y, desde luego, destrozan el bienestar de sociedades, naciones y estados.

¿Hasta cuándo?

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